Las plumillas ofrecen al conductor la posibilidad de reestablecer su visibilidad a través del parabrisas en condiciones de lluvia para permitirle que continué conduciendo se vehículo con seguridad.
Las plumillas limpiaparabrisas deben cambiarse por lo menos una vez al año se utilicen o no, ya que estas se desgastan solas. Una plumilla desgastada afecta la visibilidad del conductor y, por lo tanto, su seguridad. Las plumillas están compuestas de caucho, que es un material natural que se desgasta por las numerosas tensiones como las provocadas por el sol o el frio.
• Incluso en reposo, las plumillas pueden deformarse por la presión constante a las que están sometidas
• La lámina se endurece y se agrieta, lo que provoca ruidos, estrías y un velo que con el tiempo puede llegar a rayar el parabrisas
Signos de desgaste:
• Se pueden apreciar estrías, un velo o zonas que no han quedado limpias en el parabrisas
• El barrido es brusco y ruidoso
• La lámina de la escobilla está desgastada o anormalmente inclinada
• El caucho de la escobilla esta seco por el efecto de los cambios de temperatura